Santiago de Compostela, Santiago Apóstol!

- julio 28, 2018

Vistas de la Catedral desde Parque Alameda. Fotografía @Karopi79

Fachada Catedral Santiago.
Fotografía @Karopi79

Hace unos días fui de visita a Santiago de Compostela. Una visita deseada desde hace unos meses atrás pero quería ir con buen tiempo y llegó el momento en estos días veraniegos aunque para los que no saben de esas tierras gallegas resulta que Santiago parece tener un micro clima donde siempre esta húmedo y con lluvia. La verdad, de las veintena de visitas que he realizado nunca había tenido la oportunidad de experimentar un buen clima, quise esperar al verano y fui compensada con un día maravilloso aunque casi casi me topo con la lluvia. Por primera vez estaba en Santiago de manga corta y sin ninguno tipo abrigo, genial! me dije... parece una tontería pero si que es una anécdota.

Pues mi visita principal se centraba en ver la catedral dedicada al Apóstol Santiago y que la convierte en un núcleo de peregrinación cristiana, situada en la Plaza del Obradoiro cuyo nombre nace por el taller u obrador de canteros que funcionaba en la plaza durante la construcción de la Catedral, de esto último me informé en mi reciente visita y lo comento para quien se lo pregunte como lo hice yo porque pensé que... por que no se llamaba plaza de la Catedral, de los Peregrinos o sencillamente plaza del Apóstol?

La Catedral, recientemente restaurada, cuyo trabajo duró bastantes años, ahora por fin tiene la fachada libre de andamios y digna de observar y fotografiar; aunque mi visita al interior si que se vio frustrada por la gran afluencia de visitantes ya que en estas fechas se celebra el día grande de Galicia, que es el del apóstol Santiago el 25 de Julio, desde días antes y los días posteriores la ciudad se ve envuelta en festividades y la consiguiente visita de miles de turistas así como de peregrinos que desean llegar a Santiago y culminar su peregrinaje en estas fechas.

Allí me encontraba yó, sola con mi mochila, mi cámara del móvil jajajaja no crean que tengo un pedazo de camarón de fotos, mi gorra, un libro y poco más que las ganas de pasarme un día relajante, tranquilo, a mi rollo y de cero estrés a pesar de la multitud. Simplemente me puse a lo mío y me olvidé del resto del Mundo donde lo que demuestra es que el agobio y los malestares de estar entre tanta gente muchas veces viene por nuestra actitud ante el hecho y no el hecho en sí. Total que me recorrí los alrededores de la Catedral y de la zona vieja de Santiago; los parques, museos, sus calles con sus edificios barrocos, góticos y románicos. Por cierto, que fue declarada ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO hace unos años atrás y no es para menos. Hice unas cuantas fotillos, no muchas la verdad, solo unas 350 fotos jajajaja Perdonaaaa 350? Cuando me di cuenta de esto sinceramente pensé ufff menos mal que son digitales y no de carrete porque sino una carreta es lo que iba a necesitar para cargar con todos los rollos de fotos jejeje.

La experiencia fue grata, la sensación de ver la felicidad y el orgullo en el rostro de los presentes de todas las nacionalidades, muchísimos de ellos por primera vez allí. Los peregrinos sudados, cansados y algunos llorando pero satisfechos por la meta cumplida, algún visitante friki que se ha llevado su super héroe tamaño mini y se ha tirado al suelo para conseguir la mejor toma de él con la Catedral de fondo, sí eso pasa, y lo sé de buena fuente porque un chico me pidió ayuda jejeje; familias enteras retratandose con la fachada, en fin, todo un acontecimiento y ambiente festivo rodeado por el sonido de la gaita que no para de sonar en un lado de la Catedral y sirve de bienvenida para los presentes. Si te dejas envolver pues todo se vuelve un ambiente mágico.

Como as Meigas!... que habelas, hailas!

En mi visita fui también en busca de un lugar que no lo visitaba desde hace mucho tiempo, en realidad estuve una sola vez allí pero se convirtió en un sitio muy especial así que parte del día me quedé en él, leyendo y disfrutando de la tranquilidad y la paz que se respiraba en el lugar. En realidad este viaje fue una especie de terapia espiritual donde estaban mis pensamientos, recuerdos, mi buen libro y yo... Quería tal vez deshacerme o reencontrarme con fantasmas del pasado y saber que ocurría. Y que ocurrió? que fue una buena experiencia, totalmente satisfactoria donde volví cargada de energía y una extraña sensación de placer y felicidad.

Ahora os dejo con algunas de las "pocas" fotos que hice en este escape, casi todas tienen que ver con la Catedral pero como no fotografiarla? si se impone viéndose desde casi cualquier punto de la ciudad.